jueves, 11 de marzo de 2010

TANGENCIALIDAD DE L A REALIDAD

No se trata de una enfermedad, todo lo contrario, voy directo al grano, se trata de la tangencialidad de la realidad manifiesta en el “rodeo” del pensamiento, no buscar nada es buscar, la realidad es tangencial, somos seres tangentes al ser sujeto y objeto a la vez. Mediante El “rodeo” soltamos las riendas de nuestra naturaleza tangencial. La historia de la ciencia es la historia de la tangencialidad. Nada más tangencial que el Eureka de Arquímedes, la manzana de Newton Las islas Galápagos de Darwin y el granito de Hutton.

El arte es tangencial, esto la saben muy bien los escritores que empiezan una obra y termina escribiendo otra, no sobra decir que no existe un manual para organizar nuestros extravíos o tangencialidades, eso iría en contra de la misma tangencialidad que es abierta como el devenir. Ver el punto de tangencia o todo el circulo como tangente del adentro y del afuera ES COMPRENDER LA TANGENCIALIDAD. Todo nos toca, nos roza, nos ase, nos agarra. La dimensión tangencial es la dimensión de la realidad y su más clara y doble expresión son los hombres mismos como parte de la realidad y seres humanos. El fluir de la realidad solo se puede percibir por la perspectiva tangencial, por algo la tangente es el Angulo de visión .Pero no se trata de la tangencialidad como método de conocimiento, si no de la tangencialidad misma de la realidad que en su ámbito cotidiano nos resulta esquiva pero que podemos ser tangentes a ella. Cuando se presenta el punto de tangencia tienen lugar los grandiosos destellos de genialidad y de eurekas, precisamente por la tangencialidad del acontecer cotidiano que nos es tangente sin darnos cuenta. Arquímedes hace contacto con el líquido vital agua. Poner en práctica “nuestras tangencialidades” es POSIBILITAR EL LEVANTAMIENTO DEL VELO de la realidad cotidiana y pasar de la oscuridad a la luz con la mirada profunda, penetrante, aguda ,con el Angulo o pendientes exactos que es la pendiente del ser, la tangencialdad del ente.
Parece paradojal, que se saliera por la tangente pero no es así. Con lo transitorio, lo circunstancial, la rutina, encuentras lo que no estabas buscando, la idea nuclear, encuentras el contacto, el punto de tangencia, los puntos de la frontera, lo común en lo diferente, antes estabas en el vacío conceptual, ahora debido a la tangencialidad de la realidad, con el gradiente de tus propias fuerzas visionarias, aflora al pensamiento, el límite tangente, cuando lo desigual tiende a igual y la punta de tu lengua quiere ya reconceptualizar. Antes el límite era tu inteligencia, ahora ves el “límite” como tangencia de las innumerables y enmarañadas relaciones de la realidad, Las tangencias son eslabones de cadenas infinitos que van desde el polvo estelar hasta la humanidad, no obstante, existen “instantes tangenciales” para captarlas porque ellas se tocan esencialmente, el ser persevera en el devenir y la tangencialidad es el límite que abre la realidad. Esta tangencia-pega es tan fuerte que ni el más poderoso de los terremotos puede desatar, es el secreto de las verdades eternas como el teorema de la recta tangente.

La verdad es tangencial e histórica, la mirada de antaño tiene el horizonte de antaño, pero como el ser transita por las orillas de la naturaleza es fácil tangenciarlo al toparlo con los cotidianos senderos en “instantes tangenciales históricos” que nos dejan pistas del ser.
Ahora bien, la tangencialidad de los seres humanos se puede ver también como un gradiente orientado hacia el ser de la realidad , es decir, como una tasa de crecimiento de visión que permite ver la realidad en su complejo entramado en forma horizontal-extendida y ascendente hasta llegar al límite del vislumbre que tiene lugar en los instantes tangenciales. O como cambio gradual en dirección hacía una más perfecta adaptación al medio en que viven. (Darwin)

La tangente es la pendiente, existe una tangencialidad primaria en el lenguaje al tratar éste a posteriori dar sentido de realidad al pensamiento (Wittgenstein), estamos “pendientes” de lo que suceda, que pueden ser sucesos tangenciales que nos abren los ojos, es decir, la realidad. Obviamente no todos los hombres abren los ojos ante un suceso ni todos los sucesos son singulares para abrirlos, de hecho los sucesos triviales son los que más abren los ojos, la selección natural fue descubierta al observar tangencialmente los picos de los pajaritos.

Este ensayo ha surgido de la tangencialidad, del misterio del teorema de la tangente a la circunferencia, lo interesante de este teorema no es que la tangente sea perpendicular al radio de la circunferencia, si no extender la interpretación de ese hecho con la misma tangencialidad: Por una parte el punto de tangencia es elemento de la tangente, de la circunferencia y del radio en ese punto, Ahora bien, por una circunferencia se pueden trazar infinitos radios y por el punto centro de origen también se pueden trazar infinitas circunferencias, sigamos con la tangencialidad, podemos concebir el radio como una sucesión de puntos ,toda el área del circulo como un “barrido continuo del radio, de radios que se tocan, se rozan y también la esfera como un barrido del circulo que se tocan ,podemos inferir entonces que el punto de tangencia de la recta tangente ,”que no sabemos de dónde viene” porque se pueden trazar infinitas tangentes ,goza del privilegio de estar relacionado con la interioridad del circulo y de la esfera y lo más profundo, el centro a través del radio.

En la circunferencia-esfera de la vida, el homo sapiens es un punto de tangencia expresado en la continuidad de la física nuclear y la bioquímica molecular, coexistimos en el punto de tangencia por las biomoleculas y los átomos con el interior, el centro atómico y en el exterior atravesando la circunferencia-esfera con el universo. Somos polvo estelar. La la más clara expresión de la tangencialidad es que somos ricos y no sabemos de dónde viene el oro.

La tangencialidad te llama, te induce. te inspira en una cadena de infinitos eslabones, ahora estoy inspirado, mirando más profundamente , la tangencialidad como metáfora pedagógica es excelente pero debí llamarla “tangencialidad de campos” ,”nada toca a nada” solo existe la interacción de campos eléctricos (Sagan)
La investigación científica programada es tangencial, se planifican por investigaciones precedentes y sus descubrimientos son eslabones tangenciales que motivan la investigación en una cadena infinita.

Cuando la tangencialidad se “niega a tocar” escapa, ella misma se sale por la tangente, aparece el misterio, sería el borde del horizonte de sucesos del agujero negro ,el pensamiento del afuera es tangencial, se mide en función de lo que escapa(Foucault).

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